2. TRUJILLO, Cáceres. Puerta de Santiago.
3. TRUJILLO, Cáceres. Palacio de Luis de Chaves el Viejo.
4. TRUJILLO, Cáceres. Torre del Palacio de Luis de Chaves el Viejo.
5. TRUJILLO, Cáceres. Fachada de la Iglesia de Santiago.
6. TRUJILLO, Cáceres. Capilla Mayor de la Iglesia de Santiago.
7. TRUJILLO, Cáceres. Capilla lateral de la Iglesia de Santiago.
8. TRUJILLO, Cáceres. Decoración de Esgrafiado de la Sacristía de la Iglesia de Santiago.
9. TRUJILLO, Cáceres. Vista general del Castillo.
10. TRUJILLO, Cáceres. Albacara del Castillo.
11. TRUJILLO, Cáceres. Entrada del Castillo.
12. TRUJILLO, Cáceres. Ermita de la Virgen de las Victorias en el Castillo.
13. TRUJILLO, Cáceres. Imagen de la Virgen de las Victorias.
14. TRUJILLO, Cáceres. Casa - Museo de Francisco Pizarro.
15. TRUJILLO, Cáceres. Vista general de la Iglesia de Santa María la Mayor.
16. TRUJILLO, Cáceres. Torre Julia de la Iglesia de Santa María la Mayor.
17. TRUJILLO, Cáceres. Vista de las Bóvedas de la Iglesia de Santa Maria la Mayor.
18. TRUJILLO, Cáceres. Retablo Mayor de la Iglesia de Santa María la Mayor.
TRUJILLO** (I), provincia de Cáceres: 24 de noviembre de 2005.
TRUJILLO** (I), provincia de Cáceres: 24 de noviembre de 2005.
Dentro de la decisiva contribución de Extremadura al descubrimiento y colonización de América, Trujillo merece sobradamente el título de "cuna de conquistadores". El oro americano que durante decenios aportaron los trujillanos enriquecidos y ennoblecidos en la aventura americana se trocó en el espléndido despliegue de palacios y mansiones que, junto con la herencia romana y árabe hacen de este enclave de la meseta central cacereña un conjunto de extraordinario interés histórico y monumental.
El entramado urbano de Trujillo está compuesto por tres espacios bien definidos, que corresponden a otras tantas épocas de su evolución histórica.
El recinto intramuros
El recinto intramuros
El primero de esos espacios, conformado en torno al castillo y circundado por los restos de la muralla árabe, rehecha tras la conquista cristiana, alberga el núcleo originario, la Villa por antonomasia. El acceso puede realizarse desde la Plaza Mayor, cuya visita posponemos, a través de la puerta de Santiago, flanqueada por el palacio de Luis de Chaves el Viejo, que fue residencia de los Reyes Católicos y donde se dice que surgió el lema "Tanto monta, monta tanto ...", y la iglesia tardorrománica de Santiago, del siglo XIII. Bordeando la muralla se asciende hacia el castillo, que alza sus aún sólidas murallas rematadas por cuadradas torres sobre el cerro o Cabezo del Zorro, desde el que se contempla una amplísima panorámica. Construido por los árabes a finales del siglo IX, fue ampliado en el el siglo XII y en el XV se le añadió el segundo recinto fortificado o albacara. De la época inicial conserva dos aljibes en el patio de armas, en tanto que la ermita donde se venera a la Virgen de las Victorias se incorporó en el siglo XVI.
La plazuela de Santa María, antiguo centro de la villa intramuros, aglutina en su entorno diversos edificios significativos que han sido recientemente restaurados, como la casa natal del conquistador de Perú, que actualmente acoge el museo Francisco Pizarro (siglo XV), el convento de las Jerónimas (siglo XV) o el palacio de Lorenzana, con una ventana plateresca bellamente decorada (está previsto instalar en él la sede de la Real Academia de Extremadura) y, sobre todo, la iglesia de Santa María la Mayor*, edificio capital de este núcleo. Construido sobre una de las dos mezquitas del Trujillo árabe, es un templo fundamentalmente gótico, del siglo XV, aunque las obras se iniciaron en el siglo XIII y el estilo románico aún se percibe en el ábside y la torre. Esta última presenta, como curiosa aportación de un cantero local (Antonio Serván, "El Rana") que intervino en la restauración acometida a principios de los años setenta, el escudo del Athletic de Bilbao, esculpido en una las esquinas del alero. Las tres naves del templo se disponen sobre un espacio rectangular con bóvedas de crucería. Grandes linajes de la ciudad tienen sus panteones en el interior, entre otros el llamado "Hércules extremeño", Diego García de Paredes, partícipe en la toma de Granada y la conquista de Nápoles. Son destacables el retablo mayor, gótico, con tablas de Fernando Gallego (siglo XV), y el magnífico coro plateresco. En los aledaños de la plaza, sobre la muralla de poniente, se advierte el convento de San Francisco el Real, llamado de la Coria por su cercanía a la puerta de Coria. Este antiguo convento alberga actualmente el museo de La Coria, donde se muestra diferente material iberoamericano.
La singular calle de las Palomas enlaza Santa María con la puerta de San Andrés.
A lo largo de ella se alzan la casa de Francisco de Orellana (siglo XV), descubridor del Amazonas; la de los Chaves-Calderón, con el balcón esquinado característico de la arquitectura trujillana; y, enfrente, la de los Rol-Zárate y Zúñiga (siglo XV), que ostenta, sobre el arco escarzano de la puerta, el escudo familiar encuadrado en un alfiz. Al final de la calle se hallan el alcazajero de los Altamirano, erigido en el siglo XIII, y, como defensa de la puerta de San Andrés, la casa fuerte de los Escobar (siglo XV). Tras la iglesia de San Andrés (siglo XVI), hoy sin culto, se sitúa la alberca árabe, que algunos autores identifican con unas precedentes termas romanas. Tiene 11 m. de profundidad y sirvió como baño público hasta 1935. Otras edificaciones próximas son el hospital de la Concepción, que perteneció a los Chaves-Mendoza, y el alcazarejo de los Bejarano, bastión defensivo de la contigua puerta de Fernán Ruiz, o del Triunfo, blasonada con el escudo de los Reyes Católicos y una hornacina con la imagen de la Virgen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario