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La continuación de Burguillos Viajero

viernes, 29 de abril de 2011

241. OVIEDO** (III), Asturias: 28 de junio de 2006.

36. OVIEDO, Asturias. Ventana prerrománica del testero de la Igl. de San Tirso.

37. OVIEDO, Asturias. Torre de la Catedral.

38. OVIEDO, Asturias. Fachada del Museo de Bellas Artes.

39. OVIEDO, Asturias. Portada de la Igl. de Sta. Mª la Real de la Corte.

40. OVIEDO, Asturias. Ara en el interior de la Igl. de Sta. Mª la Real de la Corte.

41. OVIEDO, Asturias. Interior de la Igl. de Sta. Mª la Real de la Corte.

42. OVIEDO, Asturias. Monasterio de San Pelayo.

43. OVIEDO, Asturias. Fachada del Antiguo Convento de Sta. Clara.

OVIEDO** (III), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de junio de 2006.
En torno a la Catedral
   Con sólo rodear la Catedral en sentido inverso al de las agujas del reloj, puede verse el testero de la iglesia de San Tirso que da también a la plaza de Alfonso II, junto a la oficina de turismo, con una ventana prerrománica del primer periodo.
   Un poco más abajo, en la calle de Santa Ana, está el Museo de Bellas Artes. Instalado en el antiguo palacio de Velarde, construido en 1772 por el arquitecto asturiano José Manuel Reguera, el edificio en sí, tanto por su fachada como por su interior, decoración y mobiliario merece la pena. La entrada al museo es por la calle de la Rúa, que hace unos años se amplió con la casa de los Oviedo-Portal. Es un museo con excelentes fondos propios (se benefició de la desamortización de Mendizábal), dedicado especialmente a la pintura asturiana, empezando por los grandes clásicos (estupenda la sala dedicada a Carreño Miranda) y terminando por los contemporáneos (de Valle y Piñole a Marola o Pelayo Ortega, pasando por Regoyos, Vaquero Palacios, etc.). Pero sus fondos rebasan lo estrictamente asturiano. Hay pintura y escultura española y europea del siglo XV en adelante, y exhibe importantes depósitos cedidos por el Museo del Prado.
   El Tránsito de Santa Bárbara (la revuelta que ciñe la Catedral, cuya vieja torre románica puede verse desde ahí) lleva al jardincillo de la Corrada del Obispo, a un paso del Museo Arqueológico*, en el ex convento de San Vicente, lugar donde Fromestano erigió el primer edificio ovetense. El claustro, de finales del siglo XV (la parte baja, la alta es del XVIII), sigue conservando el ambiente y la paz para la que fue creado, y dentro nos esperan muy diversos mundos. Uno de ellos es el de Feijoo, que habitó el convento durante más de cincuenta años, y cuya celda ha sido reconstruida con gran acierto (Feijoo está enterrado en el edificio anejo, la iglesia de Santa María la Real de la Corte, antigua iglesia del convento de San Vicente, cuya fábrica actual es el del siglo XVI). El museo encierra piezas únicas de todos los períodos, procedentes de excavaciones en toda Asturias (cuevas paleolíticas, mesolíticas y de la Edad del Bronce, villas romanas, iglesias prerrománicas, etc.).
   Podemos admirar hachas, fíbulas, cerámicas de los distintos períodos prehistóricos, todo ello muy bien dispuesto y explicado, de forma que asistimos a una exposición histórica ordenada y clarificadora. Del legado romano destaca el magnífico mosaico (procedente de una villa en Vega de Ciego, Lena) que ocupa gran parte de su sala, donde abundan asímismo documentos epigráficos de extraordinaria importancia histórica. Pero las grandes protagonistas del museo son las salas prerrománicas.
   En la primera descuella el ara de consagración de Santa María del Naranco, por el rey Ramiro y la reina Paterna, pieza importantísima, entre diversos tableros de cancel y otros elementos constructivos procedentes del Naranco. En la segunda se muestran basas procedentes de San Miguel de Lillo, con símbolos de los Evangelistas. Mas todavía nos quedan otros dos pasos en el tiempo: una sala románica donde destaca el sarcófago de doña Gontrodo y otra gótica con restos procedentes del desaparecido convento de San Francisco de Oviedo. Este recorrido basta para sumergirnos en el dilatado curso de los siglos, y salir de ahí renovados por las aguas lustrales del conocimiento histórico, que tan nueva y fresca imagen nos da del mundo, tanto más "real", rico en belleza y futuro, cuanto más enraizado ..., pero no hay que olvidar que los tesoros del Museo Arqueológico de Asturias no acaban ahí: etnografía, numismática, heráldica y epigrafía medieval y moderna dan pie a otras tantas colecciones apasionantes.
El paseo en torno a la Catedral finaliza ante el monasterio de San Pelayo, que conserva algunos restos románicos del siglo XII (la torre de la iglesia es del siglo XVII, y la fachada principal, de principios del XVIII). Convento de benedictinas, alberga el Archivo Histórico Provincial (la entrada es por la calle del Águila).

Enlace a la Entrada anterior de Oviedo**:
240. OVIEDO** (II), Asturias: 28 de junio de 2006.

jueves, 28 de abril de 2011

240. OVIEDO** (II), Asturias: 28 de junio de 2006.

19. OVIEDO, Asturias. Fachada de la Catedral.

20. OVIEDO, Asturias. Bóveda de la Capilla Santa Eulalia de la Catedral.

21. OVIEDO, Asturias. Baldaquino de la Capilla de Sta. Eulalia de la Catedral.

22. OVIEDO, Asturias. Retablo de la Capilla de Sta. Eulalia de la Catedral.

23. OVIEDO, Asturias. Retablo barroco de la Capilla del Rey Casto de la Catedral.

24. OVIEDO, Asturias. Cúpula de la Capilla del Rey Casto de la Catedral.

25. OVIEDO, Asturias. Vista general de la Capilla del Rey Casto de la Catedral.

26. OVIEDO, Asturias. Portada de la Capilla del Rey Casto de la Catedral.

27. OVIEDO, Asturias. Nave central y Retablo mayor de la Catedral.

28. OVIEDO, Asturias. Capilla de la Catedral.

29. OVIEDO, Asturias. Tesoro de la Cámara Santa de la Catedral.

30. OVIEDO, Asturias. Grupo de apóstoles de la Cámara Santa.

31. OVIEDO, Asturias. Cripta de Sta. Leocadia de la Catedral.

32. OVIEDO, Catedral. El Coro en el Museo Diocesano de la Catedral.

33. OVIEDO, Asturias. Una de las pandas del Claustro de la Catedral.

34. OVIEDO, Asturias. Otra vista del Claustro de la Catedral.


35. OVIEDO, Asturias. Torre de San Miguel de la Catedral.

OVIEDO** (II), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de junio de 2006.
El corazón de Oviedo
   La fachada de la Catedral** es de estilo gótico flamígero, aunque mantiene la sobria contención característica de tantos monumentos ovetenses. Posee una única torre del siglo XVI, de 80 m. de altura, a la que puede accederse. En el segundo piso está el campanario y entre las campanas una con nombre propio, la más antigua (1219), llamada Wamba.
   El portal central da a la amplia nave en cuya capilla mayor se halla un bello retablo gótico-flamenco, considerado uno de los mejores de España (trabajaron en él Balmaseda, Giralte de Bruselas y Alonso de Berruguete en la talla y la pintura, y Picardo y Bingeles en la pintura). La girola, que circunda la capilla mayor, es renacentista aunque fue abierta en el siglo XVII, y tiene cinco capillas radiales adornadas con retablos barrocos.
   De las capillas laterales destaca la capilla del Rey Casto, en el brazo izquierdo del crucero, allí donde este rey había edificado una iglesia en honor a Santa María, y que es panteón real. Se entra a ella por una portada gótica con varias figuras del escultor Juan de Malinas. Dentro se encuentra el sepulcro del "joven Itacio", una tapa de piedra con bajorrelieves visigodos e inscripción latina, y una Virgen italiana, sedente, del siglo XVI. El resto es fruto de la reforma barroca de 1712.
   Pero el corazón de la Catedral, el corazón de Oviedo, es la capilla de San Miguel o Cámara Santa**. La Catedral, en efecto, se asienta allí donde se alzaba el templo construido por Fruela I en el siglo VIII, en honor a San Salvador. Tras ser arrasado por los musulmanes, Alfonso II lo reconstruyó y ensanchó con otros dos santuarios, dedicados a Santa María y San Miguel.
   Sólo se conserva el cuerpo original de este último (además de la torre de San Miguel, a uno de cuyos muros se adosa, y que pertenecía al palacio de Fruela I, probablemente). El nombre de Cámara Santa se debe al tesoro de reliquias y joyas llegadas a Asturias desde Toledo, según la leyenda, con motivo de la invasión musulmana, en el Arca Santa. Tiene dos pisos: el inferior, o cripta de Santa Leocadia, de bóveda de cañón de ladrillo, y el superior, la Cámara Santa propiamente dicha, a la que se accede desde una escalera practicada en el brazo sur del crucero de la Catedral. Fue dinamitada durante los sucesos revolucionarios de 1934, y en el vestíbulo de acceso hay una lápida que recuerda a su restaurador, el escultor ovetense Víctor Hevia.
   Podemos admirar en ella el Apostolado*, una de las más bellas creaciones de la escultura románica, figuras esculpidas en los fustes de las dobles columnas que sobreforman las seis pilastras donde apoyan los tres arcos fajones que refuerzan la bóveda de cañón (también de ladrillo, pero del siglo XII, ya que, a diferencia de la cripta de Santa Leocadia, originalmente tenía techo de madera). Asimismo, sobre la parte interior de la entrada, hay tres bellísimas cabezas esculpidas (Cristo, la Virgen y San Juan), embutidas en la piedra, que formaban parte de una crucifixión pintada (la pintura ha desaparecido por completo).
   Dos cruces y dos arcas destacan entre todos los tesoros y reliquias: la Cruz de los Ángeles, ofrecida por Alfonso II en el año 808, y que según la tradición, y como su propio nombre indica, fue construida por los propios ángeles. Es de brazos iguales, en madera de cedro, y el Rey Casto mandó cubrirla con una chapa de oro fino. Figura en el escudo de la ciudad. La Cruz de la Victoria, de forma latina, enarbolada por Pelayo en la batalla de Covadonga, es de roble, y fue ofrecida por Alfonso III el Magno en el año 908. Recubierta de oro, esmalte y piedras preciosas, era el blasón del rey, y figura en el escudo de la provincia.
   La caja o arca de las Ágatas fue donada por Fruela II en el año 910. De madera de peral, está recubierta de oro y plata, con 82 piezas de ágata (en el año 1977 estas joyas fueron robadas y destrozadas; afortunadamente, la policía logró recuperarlas, y tras una larga y paciente restauración podemos admirarlas de nuevo).
   El Arca Santa guardaba las Santas Reliquias. Tras permanecer oculta en el Monsacro (Santa Eulalia del Morcín), Alfonso II mandó llevarla a la capilla de San Miguel. De madera de cedro recubierta en plata en el año 1075, su chapa está decorada con relieves evangélicos. De las innumerables reliquias, en general bien documentadas, destacaremos la supuesta Sandalia de San Pedro y el Santo Sudario.
   Tras visitar la Cámara Santa el guía nos invitará, acaso, a salir a la luz del día y ver el claustro gótico, del siglo XV (adjunto a él, la Sala Capitular) y el llamado cementerio de peregrinos, lugar recoleto, desde donde podremos ver el exterior de la Cámara Santa y la torre de San Miguel, y acariciar el rugoso tronco de un olivo procedente, según la tradición, del monte de los Olivos palestino.
   En cuanto a la imagen de San Salvador, románica y de piedra policromada, se encuentra en la nave central, junto a la columna derecha de la capilla mayor: allí donde estuvo siempre, próxima a los fieles, como si quisiera mantenerse siempre accesible a los peregrinos llegados de tan lejos.
   Hay en la Catedral, asimismo, un archivo que, pese a haber perdido gran parte de sus riquezas, conserva todavía algunos códices y pergaminos de valor inestimable (como el Libro de los testamentos, de 1126-1129, con extraordinarias ilustraciones miniadas), y merece la pena visitar también el Museo Diocesano con interesantes piezas de los siglos IX-XII, y el famoso y pequeño Díptico consular bizantino, en marfil, del siglo VI, de cuyo género sólo se conservan cinco en todo el mundo. Instalado en antiguos graneros y almacenes de la Catedral, desde sus ventanas se obtiene, además, un espectáculo único, como es la obra exterior de la Catedral, con su entramado de tejados, contrafuertes y arbotantes.

Enlace a la Entrada anterior de Oviedo**:
239. OVIEDO** (I), Asturias: 28 de junio de 2006.

miércoles, 27 de abril de 2011

239. OVIEDO** (I), Asturias: 28 de junio de 2006.

1. OVIEDO, Asturias. Vista general del Palacio del Marqués de San Féliz.

2. OVIEDO, Asturias. Portada del Palacio del Marqués de San Féliz.

3. OVIEDO, Asturias. Plaza del Fontán.

4. OVIEDO, Asturias. Otra vista de la Plaza del Fontán.

5. OVIEDO, Asturias. Torre de la Igl. de San Isidoro.

6. OVIEDO, Asturias. Arco del Ayuntamiento.

7. OVIEDO, Asturias. Ayuntamiento.

8. OVIEDO, Asturias. Exterior de la Igl. de San Isidoro.

9. OVIEDO, Asturias. Portada de la Igl. de San Isidoro.

10. OVIEDO, Asturias. Torre de la Universidad.

11. OVIEDO, Asturias. La Universidad.

12. OVIEDO, Asturias. Portada de la Universidad.

13. OVIEDO, Asturias. Arco del Rectorado de la Universidad.

14. OVIEDO, Asturias. Palacio del Conde de Toreno.

15. OVIEDO, Asturias. Portada del Palacio de Camposagrado.

16. OVIEDO, Asturias. Lateral del Palacio de Valdecarzana.

17. OVIEDO, Asturias. Palacio de Valdecarzana.

18. OVIEDO, Asturias. Casa-palacio de la Rúa del Marqués de Santa Cruz.

OVIEDO** (I), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de junio de 2006.
   La capital del Principado de Asturias, situada en el centro geográfico de la comunidad autónoma, es una ciudad eminentemente administrativa, comercial y universitaria, aunque no debe olvidarse su importante tejido industrial. Cuenta con un rico legado legado histórico y artístico, en el que destacan los vestigios prerrománicos, que la convierten en punto ineludible a la hora de conocer uno de los fundamentos de la arquitectura europea. Dotada de un fuerte dinamismo cultural y científico, afronta actualmente las serias consecuencias de las reconversiones promovidas en los últimos años, que afectan al conjunto del Principado (pesca, minería, lácteos).
Oviedo antiguo
   Un buen recorrido para conocer el casco antiguo, con parada en los puntos que más interesan, es el que lleva desde la plaza de Daoíz y Velarde hasta la plaza de Alfonso II el Casto o de la Catedral. Decir Daoíz y Velarde es casi como decir El Fontán, pues esta segunda y bulliciosa planta rectángular, de viviendas edificadas sobre soportales (en donde habrá ocasión de adquirir algún recuerdo artesanal, y en cuyos aledaños bien puede uno desayunar un bollu o una tapa, como primera providencia), está adosada a la anterior.
   En Daoíz y Velarde está la Biblioteca municipal y hubo antaño un corral de comedias. La gran fachada dominante es la del palacio del Marqués de San Féliz, del siglo XVIII, y de planta casi cuadrangular. Es el más grande de los palacios ovetenses (su patio interior pasa por ser una de las mejores realizaciones del arquitecto Francisco de la Riva) y tiene una interesante colección de pintura.
   Saliendo del Fontán por la calle del Fierro se desemboca en la plaza de la Constitución. La Casa Consistorial o Ayuntamiento fue destruida durante la guerra civil, pero la fachada es la original, de 1662 (con algunas modificaciones de los siglos XVIII y XIX). El arco central, del siglo XIII, perteneció a la antigua puerta de la ciudad y marca los antiguos límites amurallados. Da acceso a la calle de Cimadevilla, y de allí a la famosa Rúa (dos calles que son una sola, bulliciosa y comercial, y en donde puede respirarse, mejor quizá que en ninguna otra parte, el espíritu decimonónico de la Vetusta de Clarín). La Rúa desemboca directamente en la plaza de Alfonso II, pero se puede dar un pequeño rodeo y, en vez de entrar por el arco, subir por la calle del Peso (a la izquierda de la plaza, arranca de la iglesia de San Isidoro, fundada a finales del siglo XVI por los jesuitas, y cuya imponente torre ha presidido nuestro breve trayecto por la calle del Fierro), y llegar así a la plaza de Riego, y de ahí a la calle de Ramón y Cajal (antiguamente llamada de la Picota, porque pasaban por ella los reos de la Inquisición).
   Todo un lateral de esta calle, hasta su confluencia con la de San Francisco, lo ocupa una de las sobrias fachadas renacentistas de la Universidad. Hasta hace poco, se impartían en ella clases de Derecho, pero actualmente está destinada a servicios centrales. Basta con asomarse para ver en su claustro el monumento a su fundador (obra del escultor Folgueras), el famoso Inquisidor General de Felipe II, don Fernando de Valdés Salas, asturiano. Iniciada su construcción en 1534, se concluyó en 1608. Durante la revolución de 1934 fue totalmente destruida: quedaron en pie sólo los muros, y ardieron la Biblioteca, el Museo de Historia Natural y numerosos cuadros y otras obras de arte. Anejo a la Universidad, en la calle de San Francisco, está el pequeño y armonioso edificio del Rectorado, con fachada de la segunda mitad del siglo XVI. La calle de San Francisco es la arteria que une el casco viejo, o barrio de Cimadevilla, con el ensanche moderno.
   Dejándola a la izquierda, entramos directamente en la plaza de Porlier, ajardinada, donde se alzan dos palacios: el palacio del Conde de Toreno, sede actual del Instituto de Estudios Asturianos, construido a finales del siglo XVII, y el palacio de Camposagrado, de principios del siglo XVIII, hoy Audiencia Territorial (es Monumento Nacional, y se atribuye al mismo arquitecto que el del marqués de San Féliz, el santanderino Francisco de la Riva).
   Desde ahí se accede a la plaza de Alfonso II el Casto, inconfundible por la impresionante fachada gótica de la Catedral.
   El noble edificio que queda a la izquierda es el palacio de Valdecarzana, con su fachada dieciochesca y su escudo, que desafía la elegante sobriedad del entorno.
   A la derecha sale la Rúa, al fondo de la cual, abajo, puede verse la parte posterior del Ayuntamiento y el arco de Cimadevilla.
   También puede contemplarse la pequeña y armoniosa fachada de la casa-palacio de la Rúa del Marqués de Santa Cruz: del siglo XV, es el más antiguo de los palacios conservados.

lunes, 25 de abril de 2011

238. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA** - Pola de Lena (I), Asturias: 28 de junio de 2006.

1. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Visión frontal de la igl.

2. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Ventana con celosía de la igl.

3. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Ventana Trífora de la igl.

4. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Cancel del Iconostasio de la igl.

5. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Pilares del interior.

6. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Otra visión del interior.

7. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. "Balcón real" de la igl.

8. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Iconostasio.

9. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA, Pola de Lena, Asturias. Otra visión del interior.

10. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Relieve circular de la igl.

11. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Capitel de la igl.

12. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Otra vista de la igl.

13. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Capitel con decoración vegetal de la igl.

14. IGLESIA DE SANTA CRISTINA - Pola de Lena, Asturias. Cancel del Iconostasio de la igl.

15. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Otra parte del cancel.

16. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. La otra parte del cancel del iconostasio de la igl.

17. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Exterior de la igl.

18. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Exteriores de la igl.

19. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Otra pespectiva de la igl.

20. IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA - Pola de Lena, Asturias. Otra vista de la igl.

IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA** - Pola de Lena (I), provincia de Asturias: 28 de junio de 2006.
   Capital de un concejo de variadas paisajes, densamente habitado desde la prehistoria, Pola de Lena aguarda al viajero, con su iglesia de Santa Cristina, en la principal ruta de entrada al Principado.
   Santa Cristina de Lena** es una de las más importantes joyas del prerrománico asturiano (siglos VII-IX). Para llegar a ella hay que desviarse a la izquierda (según se sube hacia el puerto de Pajares) en Vega del Rey, población cuyo nombre alude ya a las antiguas posesiones de los monarcas asturianos, y muy en concreto de Ramiro I, que fue quien probablemente mandó reformarla, pues se supone que antes había un templo visigótico.
   Elevada en un cerro, al pie del cual hay una gruta con leyenda, resulta una de las más encantadoras, no sólo por sí misma, sino también por el bello paisaje que la enmarca. Su apretada construcción (se compone de cinco cuerpos cuadrangulares, reforzados en el exterior por una serie de 32 contrafuertes que totalizan un total de 365 esquinas) domina el valle y ofrece su impar silueta a múltiples perspectivas.
   Destaca, en el interior (todo él cubierto con bóvedas de medio cañón), el bellísimo iconostasio, obra ramirense con piezas decorativas visigóticas incrustadas: tres arcos peraltados sobre columnas, y sobre ellos una pared con cinco celosías, rematada en otros tres arcos, en un primitivo y emotivo afán de rítmica ingravidez. En el cancel, pieza visigoda, una inscripción polémica (no se sabe si perteneció originalmente al templo) habla de la ofrenda del mismo, por parte de un tal "abad Flaino", a los apóstoles Pedro y Pablo.