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sábado, 9 de abril de 2011

230. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA* (I), Cantabria: 27 de junio de 2006.

1. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Vista general del Monasterio.

2. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Otra vista del conjunto monacal.

3. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Interior del ábside de la Igl. del Monasterio.

4. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Capilla del Lignum Crucis del Monasterio.

5. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Nave central de la Igl. del Monasterio.

6. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Bóvedas de la Igl. del Monasterio.

7. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Puerta del Perdón de la Igl. del Monasterio.

8. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Vista del exterior del conjunto monacal.

9. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Capiteles de las arquivoltas de la portada principal de la Igl. del Monasterio.

10. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Claustro y linterna de la Capilla del Lignum Crucis.

11. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Otra vista del exterior del conjunto del Monasterio.

12. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Vista del Monasterio.

13. MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, Cantabria. Ermita de Sta. Catalina.


MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA* (I), provincia de Cantabria: 27 de junio de 2006.
   Partiendo desde Potes en cualquier dirección, el viajero podrá admirar pequeñas aldeas rodeadas de prados, o armónicamente integradas en el paisaje, bien de montaña, de bosques o valles.
   Antes de escoger un itinerario conviene acercarse hasta el monasterio de Santo Toribio de Liébana*, situado en el monte de La Viorna, a 5 km. de Potes. En su interior se guarda, según la tradición, el mayor trozo de la Cruz de Cristo, Lignum Crucis, reliquia de la Vera Cruz, custodiada en una cruz de plata dorada del siglo XVI, que debió de ser traída desde Jerusalén por Santo Toribio, obispo de Astorga, hacia el siglo V.
   El monasterio fue fundado en el VI por otro monje de igual nombre, Santo Toribio de Palencia, encargado de cristianizar la zona lebaniega. El santuario, que hasta el siglo XII estuvo dedicado a la advocación de San Martín de Turieno, recibió un fuerte impulso durante el siglo VIII, con los refugiados de la invasión árabe y la repoblación de Alfonso I, época en la que tuvo a su cargo importantes posesiones y diezmos en todo el territorio lebaniego. En él debió de escribir durante este siglo el famoso Beato de Liébano sus admirados Comentarios al Apocalipsis (776), por lo que se cree que debió de existir en el lugar una de las mejores bibliotecas de su tiempo. En el siglo XII perdió su condición de abadía y a pasó a priorato, y en el XIII se construyó el actual templo y un hospital al que acudían gran número de enfermos mentales (en aquella época "endemoniados") que, en contacto simultáneo con la reliquia de la Cruz y una cadena que entonces se conservaba que, según la leyenda, se utilizó para sujetar a Cristo, experimentaban milagrosas curaciones. En 1512 el santuario obtuvo, por concesión del papa Julio II, el Jubileo (inicialmente semanal, ampliado en 1967 a la categoría de anual por la Santa Sede) para los años en que la fiesta de Santo Toribio coincidiera en domingo, y este año de 2006 es, por tanto, Año Jubilar. En el siglo XVII se inició la restauración del monasterio y la construcción del claustro, levantándose a principios del XVIII la actual capilla del Lignum Crucis.
   Desde 1961 es administrado por la orden de los Franciscano, concentrando en años jubilares a miles de peregrinos que atraviesan la puerta del Perdón y visitan la capilla del Lignum Crucis, ambas abiertas sólo con este motivo.
   Tras sucesivas reformas, el edificio consta de un cuerpo principal, de fábrica gótica, que aún conserva trazos románicos en las puertas meridionales. En el interior, una imagen policromada de Santo Toribio Yacente, del siglo XV, y el relicario del Lignum Crucis, una cruz de plata renacentista que se guarda en una capilla barroca donada por el arzobispo de Santa Fe de Bogotá.
   Preside el núcleo central de la capilla una hermosa linterna octogonal, con gran riqueza de labra en los relieves que decoran sus pechinas, zócalos y guirnaldas. Más reciente es el grupo escultórico obra de Jesús Otero, en el que se representa al Beato de Liébana trabajando en sus Comentarios al Apocalipsis.
   Por todo el monte La Viorna se hallan diseminadas una serie de ermitas, como la de Santa Catalina, la de San Miguel, con un magnífico mirador sobre el Macizo Central de los Picos, y la semirrupestre Cueva Santa, que la tradición señala como habitáculo de Santo Toribio. El conjunto de las ermitas y el monasterio hacen de La Viorna el "monte sagrado" de La Liébana.

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