2. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Otra vista de la Plaza de Toros.
3. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Torre de la Igl. de Sta. Catalina.
4. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista de la Torre de la Igl. de San Miguel Arcángel.
5. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Portada del Palacio de Rianzuela en la c/ San Agustín.
6. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista general de la Igl. de Sta. Mª de la Encarnación.
7. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Torre del Reloj del Castillo.
8. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Otra vista de la Torre de la Igl. de San Miguel Arcángel.
9. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Portada principal de la Igl. de San Miguel Arcángel.
10. JEREZ DE LOS CABALLEROS. Badajoz. Corona sobre la cúpula en la Igl. de San Miguel Arcángel.
11. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista de la portada y Torre de la Igl. de San Miguel Arcángel.
12. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Uno de los pasajes de la población, con un retablo callejero.
13. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. El pasaje anterior visto desde otro ángulo.
14. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Un nuevo pasaje.
15. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Cúpula de una ermita.
16. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Custodia del Museo de Arte Sacro, instalado en el Palacio de la Vicaría.
17. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Custodia de asiento del Museo de Arte Sacro.
18. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Imagen del Cristo Varón de Dolores del Museo de Arte Sacro.
19. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Bandeja de plata del Museo de Arte Sacro.
20. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Fachada de la Igl. de Sta. Catalina.
21. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Otra portada de la Igl. de Sta. Catalina.
22. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Portada principal y Torre de la Igl. de Sta. Catalina.
23. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Retablo de la Igl. de Sta. Catalina.
24. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Otro retablo en la Igl. de Sta. Catalina.
25. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Interior de la Igl. de Sta. Catalina.
26. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Una de las portadas y torre de la Igl. de San Bartolomé.
27. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Retablo mayor de la Igl. de San Bartolomé.
28. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Otro de los retablos de la Igl. de San Bartolomé.
29. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista de la nave central de la Igl. de San Bartolomé.
30. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Órgano y coro de la Igl. de San Bartolomé.
31. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Portada principal y Torre de la Igl. de San Bartolomé.
32. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista general con la Igl. de Sta. Mª de la Encarnación y el Castillo.
33. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista de la Igl. de Sta. Mª de la Encarnación.
34. JEREZ DE LOS CABALLEROS, Badajoz. Vista del Castillo.
JEREZ DE LOS CABALLEROS* (I), provincia de Badajoz: 27 de mayo de 2006.
JEREZ DE LOS CABALLEROS* (I), provincia de Badajoz: 27 de mayo de 2006.
Esta hermosa ciudad, que levanta sus airosas torres barrocas en medio de una vastísima extensión de dehesas y encinares, guarda en el entramado tortuoso de sus calles numerosas huellas artísticas.
La intrincada disposición de la ciudad delata la herencia de los sucesivos barrios que, primero en las proximidades del castillo, donde habitaban las comunidades islámica y judía, y después en torno a la plaza de San Bartolomé, asentamiento inicial de los repobladores cristianos, fueron configurando un irregular trazado con sugerentes rincones que el viajero debe recorrer a pie. La puerta de Burgos, situada al este, y la llamada puerta de la Villa, en sentido opuesto, son las dos únicas entradas que se conservan de la antigua muralla. Por una u otra se llega a la céntrica Plaza Mayor (o de España), hacia la que confluyen las principales arterias del casco antiguo.
En este espacio, adornado con palmeras, se alzan los blancos muros de la iglesia de San Miguel, cuyas obras se iniciaron a finales del siglo XV, si bien no culminaron hasta mediados del XVIII, ya en las postrimerías del barroco, estilo del que la elaboradísima torre* constituye una brillante muestra. Contiguo a la cabecera del templo se encuentra el palacio del Bachiller Martínez de Logroño (siglo XV), con ventanas geminadas y, en la misma plaza, la antigua Casa Consistorial, edificio del siglo XVI.
Al sur, precedido por el vistoso parque de la Morería, en el que se ha instalado un auditorio, se encuentra el castillo (siglo XIII), edificado por los templarios sobre la alcazaba árabe. En uno de los accesos se levanta la torre del Reloj y, sobre un ángulo del patio de armas, puede verse la histórica Torre Sangrienta: según la tradición, en ella fueron degollados los caballeros templarios que se resistieron a la disolución de la orden dictaminada por el papa Clemente V. Próxima a la fortaleza y reutilizando elementos de un anterior templo visigótico, se erigió en el siglo XV la iglesia de Santa María de la Encarnación, muy alterada en su original estructura gótica por obras posteriores. Al igual que en el resto de los templos jerezanos, la torre y el cimborrio son sus rasgos más característicos. Desde los cercanos jardines de Santa Lucía, más al sur, se dominan buenas panorámicas sobre la ciudad y el entorno serrano.
A partir nuevamente de la Plaza Mayor, pero ahora hacia el norte, el convento de Nuestra Señora de Gracia, provisto de portada ojival y uno de los dos supervivientes de los nueve con que llegó a contar la ciudad, el hospital de Transeúntes (siglo XV) y la casa natal de Núñez de Balboa son otros edificios de interés, en el trayecto hacia la iglesia de San Bartolomé*, que preside la plaza del mismo nombre. Levantada en el siglo XV, una serie de ampliaciones y reformas durante la centuria siguiente y, sobre todo, la incorporación de la torre**, en 1759, tras el hundimiento de la anterior, imponen en el conjunto un estilo barroco de hermosas filigranas y refulgente decoración a base de barro vidriado y yeserías. En el interior destaca la capilla de los Comendadores, con el sepulcro de don Vasco de Xerez y su esposa, realizado en 1535.
En la parte oeste de la ciudad, por último, la iglesia de Santa Catalina es un templo del gótico final (siglo XVI), cuya torre (1762) muestra ya tendencias neoclásicistas. Alberga buenas muestras de imaginería barroca.
Además de esta relación básica, Jerez reserva al viajero no apresurado otros alicientes artísticos (casa romana del Pomar, palacios, restos de antiguos conventos y ermitas, fuentes escultóricas), buenos ejemplos de arquitectura popular y la belleza de algunos rincones con pasadizos y arcos morunos de gran poder evocador.
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