2. MADRID, Capital. Obra de Arcimboldo del Museo de la Academia de BB. AA. San Fernando.
3. MADRID, Capital. Plaza Mayor desde la calle Toledo.
4. MADRID, Capital. Fachada de la Colegiata de San Isidro.
5. MADRID, Capital. Fachada de la Basílica pontificia de San Miguel.
6. MADRID, Capital. Iglesia de San Andrés.
7. MADRID, Capital. Capilla Mayor de la Iglesia de San Andrés.
8. MADRID, Capital. Fachada de la Iglesia de San Francisco el Grande.
9. MADRID, Capital. Capilla Mayor de la Catedral de la Almudena.
10. MADRID, Capital. Crucificado de Juan de Mesa, en la Catedral de la Almudena.
11. MADRID, Capital. Cimborrio de la Catedral de la Almudena.
12. MADRID, Capital. Fachada principal de la Catedral de la Almudena.
MADRID** (I), capital de la provincia, de la comunidad y de España: 24 de julio de 2005.
Capital del Reino de España, es sede del jefe del Estado, del presidente del Gobierno y de los tres poderes del Estado: legislativo -Parlamento y Senado-, ejecutivo -Gobierno- y judicial. Situada en el centro de la España seca, su clima continental aconseja como mejores épocas para una visita turística la primavera y el otoño. Ciudad moderna y cosmopolita, tiene una antigua historia y grandes riquezas artísticas en sus museos, palacios y monumentos. También un ambiente de general animación social, ya que el madrileño, de nacimiento o de adopción, gusta de la vida en la calle y relacionarse con sus semejantes. Como dato indicativo diremos que Madrid tiene unos doce mil bares y tabernas. Sin embargo, también posee una continua oferta de teatros, cines, auditorios de música y todo cuanto el visitante pueda desear de una capital europea, amable, moderna y de hospitalaria personalidad.
En la calle de Alcalá, junto al Ministerio de Economía y Hacienda, está el antiguo palacio de Juan de Goyeneche (prócer navarro creador de Nuevo Baztán), que es la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando**, que acoge entre otras muchas e importantes obras, el único Arcimboldo que puede verse en Madrid.
Siguiendo la Calle Mayor se llega a la Plaza Mayor*, antes llamada plaza del Arrabal. Se inició su construcción en 1617 por Gómez de Mora, con el fin de que sirviera para actos oficiales, autos de fe, fiestas populares y corridas de toros, además de viviendas. Los propietarios de éstas tenían el compromiso de alquilar los balcones en los festejos, que variaban el precio según la altura del piso.
En la parte norte se encuentra la casa de la Panadería y en la sur la de la Carnicería, por dedicarse entonces respectivamente a almacén de estos artículos. En el piso principal de la casa de la Panadería está el Salón Real, desde cuyo balcón los reyes veían los toros y demás espectáculos. La inauguración de la plaza se hizo el año 1620 para celebrar la beatificación de San Isidro. La plaza ha sufrido varios incendios, en 1631, 1672 y el último en el año 1790, que destruyó más de la mitad excepto la casa de la Panadería, que es lo que queda original de la época de los Austrias. Juan de Villanueva la reconstruyó en estilo neoclásico. Durante estos siglos, la fachada de la casa de la Panadería ha sido decorada con pinturas murales en varias ocasiones, ya que el estado del edificio no permite que se conserven mucho tiempo. La última decoración se ha realizado entre 1990 y 1992 por el pintor Carlos Franco. La última corrida de toros se celebró en la plaza en 1847 con ocasión de la boda de Isabel II. En el centro estaba la estatua ecuestre de Felipe III, de Juan de Bolonia y Pedro Tacca, ahora instalada en la Casa de Campo.
Saliendo por el arco de la calle de Toledo, en el número 37 está la que fue catedral provisional de Madrid, en la iglesia del antiguo Colegio Imperial -donde estudió Lope de Vega-, fundado por la Compañía de Jesús para hijos de nobles y que, tras la expulsión de los jesuitas, fue convertida en colegiata en 1767. El colegio, convertido en el instituto de San Isidro, se construyó en el siglo XVII por Pedro Sánchez y Francisco Bautista.
La iglesia, hoy llamada de San Isidro, es de Pedro de la Torre y en 1769 se trajeron a ella los restos del santo, patrón de Madrid, guardados en una urna de plata del siglo XVII. Es un típico templo barroco jesuítico de cruz latina y cúpula que sirvió de inspiración para el posterior barroco de la villa.
Cercana, en la calle de San Justo, encontramos la Basílica pontificia de San Miguel, adscrita a la nunciatura apostólica en España que la ha confiado al Opus Dei, siendo la sede de la Hermandad de los Estudiantes. A pesar de sus pequeñas dimensiones, se trata de una de las construcciones arquitectónicas más relevantes del barroco español, por la singular forma convexa de su fachada, poco habitual en el país, y única en el barroco madrileño. El templo, que empezó a construirse en el año 1739, posee una notable influencia italiana.
Junto a la calle de Segovia se alzaba la Iglesia de San Andrés, cuyo templo actual ocupa el solar del antiguo donde estuvo enterrado San Isidro. Para comunicar ambos templos, salvando el barranco del antiguo arroyo y actual calle, se construyó un pequeño puente que sería el antecedente primero del actual Viaducto, por el que llegamos a San Francisco el Grande. Es una iglesia de grandes proporciones con planta circular y capillas radiales. La fachada es de Sabatini, levantada entre 1761 y 1784. El interior está cubierto por pinturas murales, la mayoría del siglo XIX, destacando las de la capilla de San Bernardino realizadas por Goya. Son muy valiosas las sillerías de la capilla mayor, de la sacristía y sala capitular; procedentes de los monasterios de El Parral (Segovia) y El Paular.
Finalmente encontramos frente al Palacio Real**, la catedral de la Almudena, cuyo nombre proviene de Almudayna, denominación que en época árabe tenía este espacio. Fue iniciada su planificación por Francisco Cubas en 1879 y oficialmente terminada en noviembre de 1992 y consagrada por Juan Pablo II en junio de 1993. Madrid nunca tuvo catedral por depender eclesiásticamente de Toledo hasta la creación de la diócesis de Madrid-Alcalá, a fines del siglo XIX.
El templo provisional fue la iglesia de Santa María la Mayor, que era una vieja mezquita situada en la esquina de Mayor y Bailén que se derribó sin ningún pudor en el año 1870. Posteriormente fue catedral provisional la iglesia de San Isidro, en la calle Toledo, y se comenzaron las obras de esta Almudena que en más de cien años ha sufrido toda clase de vicisitudes arquitectónicas, presupuestarias y artísticas.
El resultado es un templo de estilo espúreo, sin interés arquitectónico, grandilocuente y que, en un neobarroco debido a los arquitectos Carlos Isidro y Chueca Goitia, desentona queriendo no desentonar con el vecino Palacio Real. En la cripta está la imagen de la Virgen, patrona de Madrid, que según la tradición es anterior a la época cristiana aunque la talla sea del siglo XVI. el siglo XII es la pintura que representa a la Virgen de la Flor de Lis, descubierta en 1624 tras un retablo de la vieja iglesia de Santa María. Y de 2004 son los frescos de la catedral, polémica obra de Kiko Argüello, inaugurada justo un mes antes de que el templo acogiera, el 22 de mayo de ese año, su primera boda real.
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