2. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista exterior de la cabecera de la Igl.
3. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista general de la Igl.
4. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Placa relivaria de la Igl.
5. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista general de la nave central de la Igl.
6. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Capitel de la Igl.
7. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Bóveda de una de las capillas de la Igl.
8. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista de la nave central hacia los pies, de la Igl.
9. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. "El bosque" de columnas de la Igl.
10. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Los arcos de herradura sobre las columnas marmóreas.
11. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Uno de los ábsides de la Igl.
SAN CEBRIÁN DE MAZOTE (I), provincia de Valladolid: 30 de junio de 2006.
A unos 10 km al noreste de Mota del Marqués, en San Cebrián de Mazote merece la pena visitar su bella iglesia* mozárabe del siglo X, reconstruida parcialmente en 1933.
Nadie diría, al llegar al valle del Bajoz y acercarse a la iglesia mozárabe de San Cebrián* que, tras su aspecto de ermita desestructurada, se encuentra uno de los templos más antiguos e interesantes de España. Se trata de un edificio mozárabe construido en el siglo X por una comunidad de monjes cordobeses que utilizaron elementos de un recinto visigodo ya existente. El tempo dispone una estructura basilical con planta de tres naves separadas por arcos de herradura que se apoyan en columnas. Cabecera de tres capillas, y contraábside a los pies con bóveda gallonada de ladrillo. Excepcionales capiteles del siglo IX, de tipo corintio, que se ilustran con decoración vegetal y geométrica. Se cree que algunos pueden proceder del cenobio visigodo existente antes de la llegada de los monjes mozárabes.
Los arcos de herradura modulan un espacio interior que, al concretarse en los ábsides, deslumbra por su radical concepción de la belleza. A la restauración del ambiente primitivo contribuye la desnudez y la policromía original recuperada (policromía que en las paredes imita tramos de ladrillos fingidos), así como los motivos vegetales y los escudos reales descubiertos en la techumbre de madera.
Pero aquí no acaban las sorpresas deparadas por el templo. En uno de los ábsides despierta el interés la imagen de la Asunción, escultura en alabastro seguramente traída del monasterio de la Santa Espina antes de la Desamortización. Pudo ser esculpida a mediados del siglo XVI por Inocencio Berruguete. Y en una hornacina del crucero conmueve una hermosa Piedad, muy bien policromada y sumamente expresiva, tallada hacia el año 1500 por un artífice cuyo nombre se ignora. Completa el conjunto un deteriorado Cristo yacente del siglo XVII, obra de un artista próximo a Gregorio Fernández.
Nadie diría, al llegar al valle del Bajoz y acercarse a la iglesia mozárabe de San Cebrián* que, tras su aspecto de ermita desestructurada, se encuentra uno de los templos más antiguos e interesantes de España. Se trata de un edificio mozárabe construido en el siglo X por una comunidad de monjes cordobeses que utilizaron elementos de un recinto visigodo ya existente. El tempo dispone una estructura basilical con planta de tres naves separadas por arcos de herradura que se apoyan en columnas. Cabecera de tres capillas, y contraábside a los pies con bóveda gallonada de ladrillo. Excepcionales capiteles del siglo IX, de tipo corintio, que se ilustran con decoración vegetal y geométrica. Se cree que algunos pueden proceder del cenobio visigodo existente antes de la llegada de los monjes mozárabes.
Los arcos de herradura modulan un espacio interior que, al concretarse en los ábsides, deslumbra por su radical concepción de la belleza. A la restauración del ambiente primitivo contribuye la desnudez y la policromía original recuperada (policromía que en las paredes imita tramos de ladrillos fingidos), así como los motivos vegetales y los escudos reales descubiertos en la techumbre de madera.
Pero aquí no acaban las sorpresas deparadas por el templo. En uno de los ábsides despierta el interés la imagen de la Asunción, escultura en alabastro seguramente traída del monasterio de la Santa Espina antes de la Desamortización. Pudo ser esculpida a mediados del siglo XVI por Inocencio Berruguete. Y en una hornacina del crucero conmueve una hermosa Piedad, muy bien policromada y sumamente expresiva, tallada hacia el año 1500 por un artífice cuyo nombre se ignora. Completa el conjunto un deteriorado Cristo yacente del siglo XVII, obra de un artista próximo a Gregorio Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario