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1. SEVILLA, capital. Bóvedas de la Parroquia de Santa Ana.
2. SEVILLA, capital. Vista de la Nave Central de la Parroquia de Santa Ana.
3. SEVILLA, capital. Bóveda de la Nave Central de la Parroquia de Santa Ana.
4. SEVILLA, capital. Vista general de las Bóvedas de la Parroquia de Santa Ana.
5. SEVILLA, capital. Capilla de San Joaquín de la Parroquia de Santa Ana.
SEVILLA** (I), capital de la provincia y de la comunidad: 28 de febrero de 2005.
La gran capital de Andalucía, centro administrativo de la Comunidad Autónoma, funde en su espíritu de un modo admirable el culto a la alegría, a la tradición y al cosmopolitismo. Puerto interior, el Guadalquivir, que la atraviesa de sur a norte, ha configurado su historia convirtiéndola en una ciudad abierta que defiende su esencia sin renunciar ni un ápice a la modernidad.
La iglesia más antigua del barrio de Triana y una de las más antiguas de Sevilla es esta de Santa Ana, situada en la plaza del mismo nombre, un rincón trianero sumamente agradable, presidido por un gran ficus benjamín y sombreado de naranjos. El templo data de 1280 y lo ordenó levantar Alfonso X. Es gótico, de sabor cisterciense, construido casi en su totalidad en ladrillo macizo, prueba de la influencia mudéjar, aunque ha sufrido diversas intervenciones, siendo las más importantes la realizada tras el terremoto de 1755 y la que, en fechas cercana, la despojó de los adornos barrocos, devolviéndole su aspecto original. La iglesia tiene tres naves con bóvedas de aristas, tres capillas de base poligonal en la cabecera, coro a partir del tercer tramo de la nave central y diferentes capillas laterales. Su aspecto es sereno y misterioso a la vez, apenumbrado y melancólico.
La gran capital de Andalucía, centro administrativo de la Comunidad Autónoma, funde en su espíritu de un modo admirable el culto a la alegría, a la tradición y al cosmopolitismo. Puerto interior, el Guadalquivir, que la atraviesa de sur a norte, ha configurado su historia convirtiéndola en una ciudad abierta que defiende su esencia sin renunciar ni un ápice a la modernidad.
La iglesia más antigua del barrio de Triana y una de las más antiguas de Sevilla es esta de Santa Ana, situada en la plaza del mismo nombre, un rincón trianero sumamente agradable, presidido por un gran ficus benjamín y sombreado de naranjos. El templo data de 1280 y lo ordenó levantar Alfonso X. Es gótico, de sabor cisterciense, construido casi en su totalidad en ladrillo macizo, prueba de la influencia mudéjar, aunque ha sufrido diversas intervenciones, siendo las más importantes la realizada tras el terremoto de 1755 y la que, en fechas cercana, la despojó de los adornos barrocos, devolviéndole su aspecto original. La iglesia tiene tres naves con bóvedas de aristas, tres capillas de base poligonal en la cabecera, coro a partir del tercer tramo de la nave central y diferentes capillas laterales. Su aspecto es sereno y misterioso a la vez, apenumbrado y melancólico.
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