1. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Fachada de la igl. del mon. de San Vicente del Pino.
2. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Portada del mon. de San Vicente del Pino, hoy Parador Nacional de Turismo.
3. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Rincón del Monte Forte, con la Torre del Homenaje al fondo.
4. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Torre del Homenaje del castillo en el Monte Forte.
5. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Puente viejo del Cabe.
6. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Fachada lateral del col. de Ntra. Sra. de la Antigua.
7. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Claustro del col. de Ntra. Sra. de la Antigua con la cúpula y la torre de la igl. en segundo plano.
8. MONFORTE DE LEMOS, Lugo. Fachada principal del col. de Ntra. Sra. de la Antigua.
MONFORTE DE LEMOS* (I), provincia de Lugo: 12 de septiembre de 2007.
La capital de la Terra de Lemos es la segunda ciudad más poblada de la provincia. Sus importantes monumentos y museos merecen al menos una jornada de visita.
Podemos iniciarla en el Campo da Compañía, dominado por la majestuosa y extensa fachada herreriana del colegio de Nuestra Señora la Antigua**, llamado del Cardenal en honor a su fundador don Rodrigo de Castro, arzobispo de Sevilla. Las obras de este "Escorial gallego" se prolongaron entre 1590 y 1619 bajo la supervisión de Andrés Ruiz y Juan de Tolosa. Los jesuitas tuvieron aquí un Real Seminario de Estudios y Colegio de Humanidades, clausurados con la expulsión de la orden. Hoy está ocupado por los escolapios. En la iglesia sobresalen la cúpula, el retablo mayor, sin pintar, labrado entre 1625 y 1636 por Francisco de Moure, y el sepulcro del Cardenal, con su excelente figura orante en bronce (Juan de Bolonia, 1603). La sacristía atesora una reducida pero valiosa colección de arte que cuenta con dos óleos, San Lorenzo y San Francisco, de El Greco y cinco pinturas de santos de Andrea del Sarto. Una copia de la Adoración de los Magos de Van der Goes -puede verse en la iglesia- recuerda la penosa venta que se hizo de esta tabla, patrimonio del convento, al Museo de Berlín en 1914-. El bello jardín que precede al edificio ha sido prolongado, en un lateral, en el parque de los Condes que integra el puente mandado levantar por el cardenal en 1598.
Frente al puente viejo del Cabe (siglo XVI) está el convento de las Clarisas, fundado en 1622 por doña Catalina de la Cerda y Sandoval, esposa del conde don Pedro Fernández de Castro, que profesó en él cuando enviudó. Su Museo de Arte Sacro* es uno de los mejores de su género en España. además de las joyas traídas de Italia o regaladas por el papa Urbano VII, como es el caso de la arqueta-joyero de cristal de roca para uso de Semana Santa, guarda una notable colección de relicarios. Piezas sobresalientes son el Cristo yacente y dos Inmaculadas de Gregorio Fernández.
Camino de la fortaleza queda el convento dominico de San Jacinto, cuyo templo acoge hoy la parroquial de Santa María da Régoa (siglo XVI); en el interior destacan el altar mayor (Benito González Riobóo) y el órgano, ambos dieciochescos.
Las calles próximas al castillo (Cárcere Vella, Burato, Fornos) conservan su sabor medieval. La judería, que pretende ser incluida en la Ruta del Sefarad, ocupaba la rúa Abelardo Baanante, que baja al río desde la Régoa.
En lo alto del Monte Forte, al que aún se puede acceder por la puertas Nova y de la Alcazaba, se alzan la gran torre del homenaje y otros restos del castillo medieval de los siglos XIII al XV. Desde la terraza almenada (acceso libre) todo el Val de Lemos queda a nuestros pies.
El vecino monasterio de San Vicente del Pino, uno de los más antiguos de Galicia, posee templo gótico decadente terminado en 1600. Un lienzo del Martirio del Santo luce en el altar mayor.
El sepulcro del abad Diego García (siglo XIV) recuerda el trágico episodio de la mitra caldaria que le obligó a ceñir un conde. Tres pisos tiene el claustro dieciochesco.
Las dependencias del monasterio acogen, desde 2003 un Parador de Turismo.
El tercer edificio del conjunto es el semirruinoso palacio de los Condes, incendiado en 1672 y reconstruido en el siglo XVIII. En la parte baja (plaza de España y del Conde, rúas Cardeal y Comercio) aún perviven buenos ejemplos de casas solariegas blasonadas y arquitectura tradicional.
Como curiosidad cabe reseñar la presencia de la casa más estrecha de España, con tan sólo 1,5 m. de fachada.
No lejos del colegio del Cardenal, en la plaza de Carud, se alza la ermita de San Lázaro, en su día anexa a una malatería; aún muestra los agujeros por los que los leprosos ponían sus manos.
Frente al puente viejo del Cabe (siglo XVI) está el convento de las Clarisas, fundado en 1622 por doña Catalina de la Cerda y Sandoval, esposa del conde don Pedro Fernández de Castro, que profesó en él cuando enviudó. Su Museo de Arte Sacro* es uno de los mejores de su género en España. además de las joyas traídas de Italia o regaladas por el papa Urbano VII, como es el caso de la arqueta-joyero de cristal de roca para uso de Semana Santa, guarda una notable colección de relicarios. Piezas sobresalientes son el Cristo yacente y dos Inmaculadas de Gregorio Fernández.
Camino de la fortaleza queda el convento dominico de San Jacinto, cuyo templo acoge hoy la parroquial de Santa María da Régoa (siglo XVI); en el interior destacan el altar mayor (Benito González Riobóo) y el órgano, ambos dieciochescos.
Las calles próximas al castillo (Cárcere Vella, Burato, Fornos) conservan su sabor medieval. La judería, que pretende ser incluida en la Ruta del Sefarad, ocupaba la rúa Abelardo Baanante, que baja al río desde la Régoa.
En lo alto del Monte Forte, al que aún se puede acceder por la puertas Nova y de la Alcazaba, se alzan la gran torre del homenaje y otros restos del castillo medieval de los siglos XIII al XV. Desde la terraza almenada (acceso libre) todo el Val de Lemos queda a nuestros pies.
El vecino monasterio de San Vicente del Pino, uno de los más antiguos de Galicia, posee templo gótico decadente terminado en 1600. Un lienzo del Martirio del Santo luce en el altar mayor.
El sepulcro del abad Diego García (siglo XIV) recuerda el trágico episodio de la mitra caldaria que le obligó a ceñir un conde. Tres pisos tiene el claustro dieciochesco.
Las dependencias del monasterio acogen, desde 2003 un Parador de Turismo.
El tercer edificio del conjunto es el semirruinoso palacio de los Condes, incendiado en 1672 y reconstruido en el siglo XVIII. En la parte baja (plaza de España y del Conde, rúas Cardeal y Comercio) aún perviven buenos ejemplos de casas solariegas blasonadas y arquitectura tradicional.
Como curiosidad cabe reseñar la presencia de la casa más estrecha de España, con tan sólo 1,5 m. de fachada.
No lejos del colegio del Cardenal, en la plaza de Carud, se alza la ermita de San Lázaro, en su día anexa a una malatería; aún muestra los agujeros por los que los leprosos ponían sus manos.
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