2. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Vista de otra Garganta.
3. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Vista general de la población.
4. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Casa de la calle Chorrillos.
5. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Casa de las Muñecas.
6. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Detalle de la Casa de las Muñecas.
7. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Casa de la Peña.
8. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Casas del Barrio de la Huerta.
9. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Casas del Barrio de la Huerta.
10. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Crucero de la Parroquia de San Lorenzo.
11. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Fachada y Torre de la Parroquia de San Lorenzo.
12. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Fuente y Fachada de la Parroquia de San Lorenzo.
13. GARGANTA LA OLLA, Cáceres. Ermita del Humilladero.
GARGANTA LA OLLA* (I), provincia de Cáceres: 23 de noviembre de 2005.
Esta población es una honda sorpresa en las faldas de la sierra de Tormantos. La bajada desde el Puerto del Piornal hasta Garganta la Olla, además de deparar el grato ambiente de densos robledales y amplias perspectivas sobre la penillanura extremeña, es el escenario idóneo para evocar la figura y la leyenda de Isabel de Carvajal, la famosa Serrana de La Vera.
La extraordinaria conservación de su arquitectura verata, con fieles y recientes restauraciones, convierte el paseo por sus calles en una auténtica delicia. Si accedemos a la plaza por la calle del Chorrillo, a la que flanquean notables casonas de los siglos XVI y XVII, llama la atención, por su fachada pintada de azul, la llamada casa de las Muñecas, que al parecer desempeñó funciones de prostíbulo para el séquito imperial.
Entre los numerosos ejemplos de arquitectura entramada, con salientes voladizos sobre balcones de madera, destaca el núcleo de casas situado al noroeste, en el barrio de la Huerta, las de la calle Llana y el audaz equilibrio de la casa de la Peña (calle Piornala). Próxima a la casa del Inquisidor se alza la iglesia de San Lorenzo (siglo XVI), cuya sólida y esbelta torre de traza renacentista domina todo el pueblo. Existe también un curioso Museo de la Inquisición, digno de una visita, y muy interesante son las fiestas de Santa Isabel (1 y 2 de julio), con la antiquísima y original danza de las Italianas, melódico revuelo de blancas enaguas bordadas, flores y espejos con que las danzantes componen su atavío. A finales de 1992 el pueblo saltó a la prensa nacional por su rotunda oposición a la construcción de una presa para abastecer de agua a Jaraíz.
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