1. PONFERRADA, León. Fachada del Ayuntamiento.
2. PONFERRADA, León. Torre del Reloj desde la plaza de las Eras.
3. PONFERRADA, León. Otra perspectiva de la Torre del Reloj.
4. PONFERRADA, León. Palacio de los condes de Toreno, antigua Real Cárcel y hoy Museo del Bierzo, con la Torre del Reloj al fondo.
5. PONFERRADA, León. Portada del cvto. de las Concepcionistas.
6. PONFERRADA, León. Vista exterior de la basílica de Ntra. Sra. de la Encina.
7. PONFERRADA, León. Portada de la basílica de Ntra. Sra. de la Encina.
8. PONFERRADA, León. Detalle de la portada de la basílica de Ntra. Sra. de la Encina.
9. PONFERRADA, León. Casa de los Escudos, actual Museo de la Radio.
10. PONFERRADA, León. Murallas del Castillo de los Templarios.
11. PONFERRADA, León. Torre de la igl. de San Andrés.
12. PONFERRADA, León. Entrada al castillo de los templarios.
13. PONFERRADA, León. Otra vista de la entrada al castillo de los Templarios.
14. PONFERRADA, León. Otra vista de la Casa de los Escudos, actualmente sede del Museo de la Radio.
15. PONFERRADA, León. Puente de acceso a la entrada del castillo de los Templarios.
16. PONFERRADA, León. Igl. de San Andrés desde el castillo de los Templarios.
17. PONFERRADA, León. Acceso al castillo de los Templarios.
18. PONFERRADA, León. Igl. de San Andrés con los accesos de la exposición "Las Edades del Hombre".
PONFERRADA (I), provincia de León: 11 de septiembre de 2007.
A los pies del grandioso castillo templario y asomada a los ríos Sil y Boeza, la villa que tomara su nombre de un puente peregrino se ha convertido en una populosa ciudad industrial de amplias avenidas y modernos barrios periféricos, en marcado contraste con el núcleo histórico y monumental.
Todo el interés artístico de Ponferrada se concentra en el casco antiguo, que, pese a estar protegido por un plan especial de conservación, pone en evidencia que la ciudad nueva ha vivido en los últimos años de espaldas a él. Sobresale la grandiosa ruina del castillo de los Templarios, un convento-fortaleza, de alargada estructura poligonal y 8.000 m2 de superficie, construido en sus partes fundamentales por la Orden del Temple a lo largo del siglo XIII. Posteriormente, fue ocupado por familias señoriales y, al parecer, se conservó en buen estado hasta el siglo XIX. Pese a su deterioro, aún mantiene extensos lienzos, almenas y troneras de sus tres niveles defensivos, así como una espectacular entrada* entre hermosos torreones que conduce a la derruida plaza de armas y a los restos de las distintas dependencias. El emplazamiento, en un hermoso paraje sobre el Sil, acentúa la fuerza evocadora del conjunto: uno de esos escenarios en los que resulta fácil, casi obligado, dejar volar la imaginación. Al pie del castillo, en la plaza del Temple, se halla la iglesia barroca de San Andrés.
Por la calle Gil y Carrasco, donde se levantan algunas casonas nobiliarias, entre ellas la conocida como casa de los Escudos, se llega a la plaza presidida por la basílica de Nuestra Señora de la Encina, templo de estilo renacentista (finales del siglo XVI) al que remata una poderosa torre (siglo XVII). Está dedicado a la patrona del Bierzo, cuya imagen fue encontrada, según la leyenda, por un caballero templario en el hueco de una encina, de ahí su nombre. El interior, al que en el siglo XVIII se le añadió un camarín con cúpula ovalada, alberga un interesante retablo mayor y diversas obras escultóricas, pinturas y piezas de orfebrería. En los alrededores de esta plaza, antiguo centro de la villa, pueden verse diversas muestras interesantes de arquitectura civil. De ella arranca la calle del Reloj, que, con la torre (siglo XVI) que se levanta sobre una de las puertas de la antigua muralla, compone uno de los rincones más sugerentes de la ciudad. Está flanqueada por notables construcciones, como el convento de las Concepcionistas o el palacio de los condes de Toreno, y desemboca en la plaza de las Eras o del Ayuntamiento, privada en buena parte del encanto que sin duda tuvo debido a las desafortunadas construcciones modernas. La Casa Consistorial, que ocupa uno de los laterales, es un sobrio edificio barroco (1692) flanqueado por torres rectangulares rematadas por agudos capiteles.
En las afueras de la ciudad, merece la pena visitar, al norte, la iglesia de Santo Tomás de las Ollas, construcción mozárabe (siglo X), en la que destaca la original capilla de la cabecera, cuya bóveda está sustentada sobre arcos de herradura.
Al sur, tras cruzar el puente sobre el Boeza, en Otero de Ponferrada, asimilado también como un barrio, se encuentra la iglesia de Santa María de Vizbayo, una de las más antiguas construcciones románicas del Bierzo (siglo XI).
Por la calle Gil y Carrasco, donde se levantan algunas casonas nobiliarias, entre ellas la conocida como casa de los Escudos, se llega a la plaza presidida por la basílica de Nuestra Señora de la Encina, templo de estilo renacentista (finales del siglo XVI) al que remata una poderosa torre (siglo XVII). Está dedicado a la patrona del Bierzo, cuya imagen fue encontrada, según la leyenda, por un caballero templario en el hueco de una encina, de ahí su nombre. El interior, al que en el siglo XVIII se le añadió un camarín con cúpula ovalada, alberga un interesante retablo mayor y diversas obras escultóricas, pinturas y piezas de orfebrería. En los alrededores de esta plaza, antiguo centro de la villa, pueden verse diversas muestras interesantes de arquitectura civil. De ella arranca la calle del Reloj, que, con la torre (siglo XVI) que se levanta sobre una de las puertas de la antigua muralla, compone uno de los rincones más sugerentes de la ciudad. Está flanqueada por notables construcciones, como el convento de las Concepcionistas o el palacio de los condes de Toreno, y desemboca en la plaza de las Eras o del Ayuntamiento, privada en buena parte del encanto que sin duda tuvo debido a las desafortunadas construcciones modernas. La Casa Consistorial, que ocupa uno de los laterales, es un sobrio edificio barroco (1692) flanqueado por torres rectangulares rematadas por agudos capiteles.
En las afueras de la ciudad, merece la pena visitar, al norte, la iglesia de Santo Tomás de las Ollas, construcción mozárabe (siglo X), en la que destaca la original capilla de la cabecera, cuya bóveda está sustentada sobre arcos de herradura.
Al sur, tras cruzar el puente sobre el Boeza, en Otero de Ponferrada, asimilado también como un barrio, se encuentra la iglesia de Santa María de Vizbayo, una de las más antiguas construcciones románicas del Bierzo (siglo XI).
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