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La continuación de Burguillos Viajero

sábado, 28 de julio de 2012

400. LUGO** (I), capital: 11 de septiembre de 2007.

1. LUGO, capital. Murallas romanas.

2. LUGO, capital. Nave central de la catedral de Sta. Mª.

3. LUGO, capital. Paso procesional de la Sagrada Cena de la catedral de Sta. Mª.

4. LUGO, capital. Tabernáculo y cúpula de la capilla de Ntra. Sra. dos Ollos Grandes de la catedral de Sta. Mª.

5. LUGO, capital. Detalle de Ntra. Sra. dos Ollos Grandes, de la catedral de Sta. Mª.

6. LUGO, capital. Girola de la catedral de Sta. Mª.

7. LUGO, capital. Retablo renacentista de la catedral de Sta. Mª.

8. LUGO, capital. Presbiterio de la catedral de Sta. Mª.

9. LUGO, capital. Vista del crucero de la catedral de Sta. Mª.

10. LUGO, capital. arco policromado de la catedral de Sta. Mª.

11. LUGO, capital. Nave lateral de la catedral de Sta. Mª.

12. LUGO, capital. Nave central de la catedral de Sta. Mª.

13. LUGO, capital. Zona central de la fachada neoclásica de la catedral de Sta. Mª.

14. LUGO, capital. Puerta de Santiago de la muralla romana.

15. LUGO, capital. Vista de la fachada neoclásica de la catedral de Sta. Mª.

16. LUGO, capital. Zona posterior de la catedral de Sta. Mª.

 17. LUGO, capital. Cristo Majestad de la puerta norte de la catedral de Sta. Mª.

18. LUGO, capital. Puerta norte de la catedral de Sta. Mª.

19. LUGO, capital. Otra vista de una de las torres de la catedral de Sta. Mª.

20. LUGO, capital. Fachada del Palacio Episcopal.

21. LUGO, capital. Zona absidial de la catedral de Sta. Mª.

22. LUGO, capital. Puerta norte y Torre de la catedral de Sta. Mª.

23. LUGO, capital. Fachada del ex cvto. de San Francisco.

24. LUGO, capital. Nave central del ex cvto. de San Francisco.

25. LUGO, capital. Capilla mayor del ex cvto. de San Francisco.

26. LUGO, capital. Fachada de la igl. de San Froilán.

27. LUGO, capital. Vista de la muralla romana.

28. LUGO, capital. Remate de los torreones de la muralla romana.

29. LUGO, capital. Fachada del Ayto.

LUGO** (I), capital de la provincia: 11 de septiembre de 2007.
   Es Lugo pequeña ciudad de servicios con un casco antiguo envuelto en murallas romanas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su inconfundible pero agradable aire villego, plácido y de hábitos rutinarios muy arraigados, se mantiene en armónica convivencia con los nuevos tiempos. En toda Galicia ha adquirido fama como centro del buen y copioso comer: no hay más que darse una vuelta por sus calles para comprobar cuán cierta es dicha afición entre los nativos. Se combate de esta forma un riguroso clima invernal escasamente suavizado por el mar.
   La práctica totalidad de los monumentos se encuentran agrupados dentro de las murallas romanas. En este pequeño mundo cercado todo está vecino, y se hace muy agradable un paseo que tenga como etapas principales la catedral y el Museo Provincial.
   En el subsuelo duermen los restos de una ciudad romana que aflora cada vez que se construye un edificio nuevo.
La muralla
Aunque maltrechas, las murallas romanas** siguen cautivando por su magnitud, y son el recinto defensivo de esta época mejor conservado del mundo. Rodean un perímetro completo de algo más de 2.100 m. de largo en el que se suceden 72 cubos enteros; el aparejo es de lajas de pizarra con sillares graníticos de refuerzo en  algunas puertas, la altura media va de los 10 a 15 m., y el remate de los torreones se ha perdido, exceptuado un arranque con dos vanos cercano a la puerta de San Pedro. Entre las 10 entradas actuales merecen ser destacadas la puerta Miñá o del Carmen, de aspecto antiguo, usada por los peregrinos jacobeos; la Nova, muy reformada, que daba paso a la vía hacia el faro coruñés; la de San Pedro o Toledana, enfilada en dirección a Asturica; la de Santiago, y la Falsa.
   Hace unos años recibió un premio de Europa Nostra al ser librada por completo de los numerosos edificios que tenía adosados, y en el año 2000 protagonizó el proyecto Cumulum, pues entre sus iniciativas para reclamar su declaración como Patrimonio de la Humanidad fue totalmente rodeada por miles de libros. La UNESCO respondió afirmativamente a la petición a fin de año. El hablar de las bellas panorámicas que se divisan desde su paseo de ronda ya es un tópico inexacto, dado que éstas se han perdido por la excesiva altura de los nuevos edificios circundantes. Sólo en el tramo entre la catedral y la puerta del Obispo Odoario se mantiene cierta perspectiva. Junto a la Porta Miñá puede visitarse Luci Imago, una sala municipal permanente sobre el Lugo romano, en donde podremos observar diversas piezas arqueológicas.
Intramuros
   La puerta de Santiago, construida en 1759 y decorada con un Matamoros, nos conduce directamente a la catedral de Santa María**. Una agradable plaza hace de atrio ante la monumental fachada neoclásica diseñada por Lemaur y Sánchez Bort, que sólo es un telón para ocultar la basílica románico-gótica iniciada en 1129 por el obispo Pedro Peregrino sobre dos anteriores. El arquitecto Raimundo de Monforte se adecuó al modelo compostelano en una planta de tres naves con crucero y girola a la que se abren cinco capillas, aunque las obras se prolongaron hasta el siglo XIV con la consiguiente modificación de las partes altas (cabecera, triforio y bóvedas).
   Entre las capillas destaca sobre todas la de Nosa Señora dos Ollos Grandes, levantada por Fernando de Casas en 1720 para mayor honra de la titular, que es una expresiva imagen gótica de la Virgen cobijada bajo un tabernáculo. En ambos brazos del crucero aparece recompuesto el antiguo retablo mayor de Cornelis de Holanda, trasladado así para mejor recrear en el presbiterio un ambiente dieciochesco que resaltase la custodia permanentemente expuesta. Obra capital en el panorama barroco español es la sillería de coro, en nogal, salida entre 1621 y 1625 de la gubia de Francisco de Moure. La sacristía, Sala Capitular y claustro también tienen un notable valor por la participación de los principales arquitectos del barroco gallego en su ejecución. El tesoro, muy mermado tras la expoliación napoleónica, puede ser visitado ocasionalmente. Si salimos por la puerta norte, veremos un elegante Cristo Majestad en su tímpano (siglo XIII) así como un capitel pinjante polícromo historiado con la Santa Cena, para algunos debe entenderse en relación con el culto eucarístico, pero para otros esconde un misterio, pues además de los doce apóstoles aparece recostada una figura femenina (¿la Magdalena?), igual que en la representación de Leonardo que tanto ha dado que hablar. A su lado se levanta una airosa torre gótico-renacentista, mientras que los arbotantes ojivales de la cabecera se mezclan con la elegancia barroca de capilla-camarín de la patrona de la ciudad. Un edificio del siglo XIX sabiamente reconstruido en 1992, en la actualidad sede de la Fundación Caixa Galicia (exposiciones), cierra la plaza de Santa María, armónico y ecléctico conjunto completado por el Palacio Episcopal (siglo XVIII), de aspecto pacego. Por la rúa Bispo Basulto alcanzamos la animada zona de los vinos, presidida por la típica praza do Campo, que ocupa el lugar del foro romano y del mercado medieval. Una fuentecilla con un San Vicente Ferrer rematándola queda enmarcada por antiguas casas de soportales. La estrecha rúa Nova deja a un lado el ex convento de San Francisco, cuya iglesia (ahora de San Pedro), es claro exponente de la arquitectura mendicante medieval.
   Haciendo ángulo con la fachada y torre está la entrada al Museo Provincial*. Posee una de las mejores instalaciones de Galicia y, con la ambiciosa ampliación realizada, se ha convertido en un centro cultural. La planta baja se asienta en las dependencias del extinto convento: el claustro gótico del siglo XV (epigrafía, heráldica, escultura funeraria y relojes de sol), el refectorio (siglo XVIII) y la cocina. Tres salas están dedicadas al arte sacro (orfebrería, pintura e imaginería). En la planta alta se muestran las ricas colecciones de arqueología, orfebrería prerromana y romana, numismática y medallística, azabaches, vidrio y cerámica (especialmente la de Sargadelos). La romántica sala de retratos, relojes y abanicos se halla antecedida por un noble vestíbulo circular en el que se pueden ver el San Francisco y la Ofrenda a San Ramón, obras del gran escultor gallego Asorey.
   Otros espacios monográficos se dedican a artistas lucenses como el paisajista romántico Villaamil y Castro, los pintores Corredoyra, Castro Gil, Julia Miinguillón, el grabador ourensano Prieto Nespereira o, como última adquisición, la colección de pintura decimonónica de la Fundación Nelson Zumel, que también incluye obras de este autor y de Antonio Casero.
   En calidad de depósito merece destacarse la representación de la pintura y escultura de los siglos XVIII al XX (escuela napolitana, paisajismo español y pintura catalana). Hay también una sala de exposiciones temporales.
   En la vecina plaza de Santo Domingo aparece la iglesia del convento de los Predicadores, hoy de Agustinas, con una cabecera gótica triple parecida a la franciscana. Su sacristía está profusamente decorada en estilo barroco. Una gran columna rematada con el águila imperial, monumento al Bimilenario de la ciudad, preside dicha plaza.
   El mercado ambienta las mañanas de esta zona comercial. Muy cerca  están el amplio edificio de la Diputación Provincial, y la elegante iglesia barroca de San Froilán.
   La recta y arbolada rúa da Raiña, inaugurada por Isabel II, pasa al lado del templo clasicista de Santiago "A Nova" para morir en la plaza de España, auténtico centro del recinto. Su alameda, precedida de unos leones, tiene un kiosco de la música y cuidados jardines que nos trasladan a tiempos pretéritos. A los lados se levantan el Círculo de Bellas Artes, el viejo Seminario, hoy casa de los padres franciscanos y las arcadas de los Cantones, en las que se abren sus cafés. Al frente se alza la peculiar fachada del Ayuntamiento, trazada por Lucas Ferro Caaveiro en 1740; sobre los soportales posee un balcón corrido, el escudo, torrecillas y remates varios. La torre del reloj es posterior.
Extramuros
   Fuera del casco antiguo poco es lo que hay que ver. Desde luego se echa en falta una ronda exterior arbolada que evitase los constantes daños ocasionados por el tráfico y la meteorología a la muralla. El Seminario Mayor (Ánxel López Pérez, 2) alberga el Museo Diocesano, con colecciones de arte sacro, pintura, numismática y epigrafía. En el parque de Rosalía de Castro, hay variadas especies arbóreas, algunos monumentos, como el de la escritora que le da nombre o el del  alcalde López Pérez, por Asorey, y un mirador sobre el río Miño y la verde campiña.
   Saliendo por la avenida da Coruña quedan a mano derecha el parque de Frigsa y el auditorio.
   A orillas del río, en el barrio de A Ponte, encontramos las Caldas de Lugo, con aguas termales bicarbonatadas y sulfuradas cuyo manantial central brota a 43,8 ºC. Los romanos ya habían explotado las propiedades curativas del caudal, hecho que explica que el actual hotel se levante sobre unas termas, de las que quedan tres salas con parte de las bóvedas.
   También en la ribera del Miño se localizan una playa, un largo y bien acondicionado paseo con jardines, los tres pabellones del recinto ferial y, precedido de un lago artificial, el moderno auditorio.
   Cruzamos el río por un puente, de origen romano, reformado con posterioridad. En la orilla contraria se desarrolla el popular barrio de A Ponte, en el cual tiene asiento el club fluvial con sus instalaciones deportivas.

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